Rocío Marengo: cómo evoluciona y qué dicen los médicos

La internación de Rocío Marengo en el Sanatorio Otamendi generó un torbellino de mensajes, preocupación y muestras de cariño en las redes sociales. En plena cuenta regresiva hacia el nacimiento de su primer hijo, la artista atraviesa días de cuidados intensivos, aunque el panorama es alentador según ella misma confirmó desde la clínica. Su equipo médico le indicó reposo absoluto para prevenir cualquier complicación y asegurar que el bebé continúe desarrollándose con normalidad.

La modelo atraviesa actualmente la semana 33 de gestación, una etapa crucial del embarazo donde cada indicación médica funciona como una brújula. La decisión de hospitalizarla surgió luego de que su obstetra detectara ciertos indicadores que requerían un control más estricto. Según comentaron en Intrusos, el objetivo principal es prevenir contracciones prematuras que puedan desencadenar un parto anticipado, una situación que hoy está completamente contenida.
Fiel a su estilo directo, Marengo compartió un mensaje desde el sanatorio para calmar la preocupación que se había generado. En una publicación acompañada por una foto junto a su pareja, Eduardo Fort, aseguró que tanto ella como su bebé están “rebien” y agradeció las muestras de cariño. Si bien su intención inicial era mantener el proceso en privado, decidió comunicarlo una vez que la noticia comenzó a circular.
En su mensaje, detalló el plan médico que está siguiendo: “Con bebito estamos haciendo reposo absoluto para evitar contracciones y que el parto se adelante”. También destacó la calidad del equipo que la atiende, lo que le brinda seguridad y serenidad a pesar de la incomodidad propia de una internación prolongada. Optimista, agregó: “Serán unos días más y a casa, a ultimar detalles para recibirlo con todo el amor”.
Este no es el primer episodio que pone el foco en su salud durante el embarazo. A principios de octubre, la modelo había contado que los médicos detectaron un hematoma intrauterino, una acumulación de sangre en el útero que suele requerir vigilancia y reposo. En aquella oportunidad confesó haber pasado un gran susto, pero explicó que la evolución fue favorable gracias a la rápida atención y al cumplimiento estricto de las indicaciones. En la mayoría de los casos, estos hematomas se reabsorben sin generar consecuencias para el bebé, como finalmente ocurrió en su proceso.
A lo largo de estos meses, Marengo ha expresado en reiteradas ocasiones la profunda alegría que le produce esta maternidad tan esperada. Su vínculo emocional con el bebé se evidencia en cada actualización, incluso en estos días donde el descanso obligatorio se convierte en su principal actividad. Acompañada por Fort y por un equipo médico que monitorea cada etapa, transita esta etapa con paciencia y expectativa.
Si la evolución continúa como hasta ahora, Marengo podría recibir el alta en el corto plazo para continuar los preparativos en su hogar. La indicación es clara y no admite atajos: tranquilidad, reposo y atención constante hasta que el bebé esté listo para llegar al mundo.

