Así respondió el hijo de Felipe tras asesinar a su propio padre a golpes dentro de su tienda

Así respondió el hijo de Felipe tras asesinar a su propio padre a golpes dentro de su tienda

El pasado 19 de julio, España quedó conmocionada por un crimen que estremeció al país: el asesinato de un padre a manos de sus propios hijos. Felipe Hernández, de 64 años, perdió la vida tras ser brutalmente golpeado dentro de su negocio familiar, una tienda de ropa ubicada en la Calle Mayor de Molina de Segura, en Murcia. Todo quedó registrado por las cámaras de videovigilancia del local.

En sus primeras declaraciones, el hijo mayor —principal sospechoso— afirmó que solo había propinado un golpe a su padre durante una acalorada discusión familiar. Sin embargo, esta versión se derrumbó cuando las autoridades revisaron las grabaciones. Las imágenes mostraban una agresión implacable: golpes, patadas y empujones que hicieron caer al hombre, quien, en un intento desesperado, salió a la calle buscando ayuda.

Felipe se desplomó pocos metros después. Vecinos, algunos de ellos médicos, acudieron rápidamente para auxiliarlo, pero no lograron reanimarlo. Cuando los paramédicos llegaron, el hombre ya no presentaba signos vitales.

Tras el crimen que estremeció a Murcia, las autoridades identificaron al principal sospechoso: Felipe, hijo mayor de la víctima y homónimo de su padre. Licenciado en Derecho y Administración de Empresas, el joven declaró que su papá “sufría mucho” y que su intención no había sido matarlo, sino que todo ocurrió tras una fuerte discusión familiar.

Sin embargo, las imágenes captadas por las cámaras de seguridad contradicen su versión. En ellas se observa cómo golpea, patea y empuja violentamente a su padre, provocando que este caiga al suelo. Herido, el hombre intentó salir a la calle para pedir ayuda, pero se desplomó pocos metros después y murió en el lugar.

La hermana del sospechoso, Rosario, de 31 años, es graduada en Enfermería y Medicina, y actualmente reside en Orihuela. Hasta el momento, no se ha confirmado su implicación directa en los hechos, pero las investigaciones continúan para esclarecer el grado de participación de cada uno en el asesinato que ha conmocionado a todo el país.

En declaraciones a los medios, Felipe —el hijo mayor y principal sospechoso— afirmó que su madre siempre temió a su exesposo, razón por la cual se negaba a solicitarle una pensión alimenticia. Sin embargo, reconoció que, antes de separarse, su padre les había otorgado “13 o 14 inmuebles”. Pese a ello, insistió en que su madre “sufría mucho” debido a supuestos problemas financieros.

El caso tomó un giro aún más delicado cuando surgieron testimonios sobre años de tensión familiar. Según el hermano de la víctima, José Hernández, los maltratos y el rechazo hacia Felipe padre se gestaron por más de una década. José acusó directamente a la exesposa de su hermano de sembrar, desde la infancia de los hijos, un profundo resentimiento contra él.

Felipe se había separado de su primera esposa y de sus hijos hace 12 años. Tiempo después, inició una nueva vida junto a su segunda pareja, Toñi, con quien compartía su hogar y con quien estaba listo para disfrutar su jubilación, plan que se vio brutalmente truncado por el trágico desenlace.

José Hernández, hermano de la víctima, lamentó el ambiente de desprecio que, según él, se vivió durante años. “Viendo cómo su madre ridiculizaba a su padre en público, lo ninguneaba, se mofaba de él, lo dominaba, le trataba muy mal… y después también los hijos, que no han salido aún del nido materno, en la casa familiar de Archena”, declaró con evidente indignación.

Estas palabras refuerzan la hipótesis de que el conflicto familiar y el resentimiento acumulado fueron factores clave en el trágico desenlace. José apuntó directamente a la exesposa de su hermano como responsable de alimentar durante más de una década el odio que, finalmente, estalló en violencia.

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