¿Tus dedos cambian de color con el frío? Podría ser más serio de lo que imaginas

Si alguna vez has notado que tus dedos se vuelven blancos, morados o azules cuando hace frío, podrías estar experimentando un fenómeno llamado síndrome de Raynaud. Aunque a simple vista puede parecer solo una reacción normal al clima, este trastorno circulatorio podría estar indicando un problema subyacente que merece atención.

El fenómeno de Raynaud es una afección en la que ciertas zonas del cuerpo —principalmente los dedos de las manos y los pies— sufren una reducción repentina del flujo sanguíneo en respuesta a las bajas temperaturas o incluso al estrés emocional. Esto ocurre porque los vasos sanguíneos se estrechan de forma exagerada, limitando la circulación y provocando cambios visibles en la piel.

Cuando esto sucede, los dedos pueden pasar por tres fases de color:

  1. Blanco: debido a la falta momentánea de sangre.
  2. Azul o morado: por la falta de oxigenación.
  3. Rojo: cuando la sangre vuelve a fluir de manera súbita.

Estos episodios pueden venir acompañados de sensaciones como entumecimiento, pinchazos, hormigueo o dolor, que suelen mejorar una vez que la zona se calienta.

Existen dos tipos de Raynaud:

  • Primario, cuando aparece por sí solo y suele ser más leve.
  • Secundario, cuando está asociado a enfermedades autoinmunes o problemas circulatorios más serios, como lupus, esclerodermia o artritis reumatoide.

Aunque la mayoría de los casos son benignos, es importante prestar atención si los episodios son frecuentes, prolongados o dolorosos, o si aparecen llagas o heridas que tardan en sanar, ya que podrían indicar una condición médica subyacente.

¿Cómo identificarlo?

Los episodios de Raynaud suelen seguir un patrón muy característico de cambios en el color de los dedos:

1️⃣ Fase blanca (palidez):
La reducción del flujo sanguíneo hace que los dedos se vean pálidos o completamente blancos.

2️⃣ Fase azul (cianosis):
A medida que disminuye el oxígeno en los tejidos, los dedos pueden tornarse azulados o morados.

3️⃣ Fase roja (reactivación):
Cuando la circulación se restablece, los dedos se enrojecen y pueden sentirse calientes, hormigueantes o incluso doloridos.

Este fenómeno puede presentarse de forma aislada —lo que se conoce como Raynaud primario— y no estar asociado a ninguna otra enfermedad. Sin embargo, también puede ser un signo de alerta cuando forma parte del Raynaud secundario, que puede estar ligado a afecciones más serias, como enfermedades autoinmunes o trastornos vasculares.

¿Cuándo preocuparse?

Si bien muchas personas con Raynaud primario pueden convivir con esta condición sin mayores complicaciones, en casos más graves los episodios pueden volverse frecuentes, prolongados y aumentar el riesgo de úlceras en los dedos o incluso daño en los tejidos.

Es recomendable consultar a un profesional de la salud si:

✔️ Los episodios son recurrentes y dolorosos.
✔️ Afectan la calidad de vida o dificultan realizar actividades diarias.
✔️ Aparecen heridas o llagas en los dedos.
✔️ Se acompañan de otros síntomas como dolor articular, fatiga o cambios en la piel.


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No ignores las señales que tu cuerpo te envía.
Si tus dedos cambian de color con el frío, puede ser momento de prestarles más atención y consultar con un especialista.

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